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En una noche sombría Martín se dirige a casa, ya es mitad de semana, está un poco cansado y somnoliento, la jornada de trabajo ha sido larga, con nulas ganas de seguir caminando, lo mantiene despierto el ruido que hace la corriente del río agitado, quitando piedras a su paso, se puede predecir una tormenta, las ramas de los árboles bailotean de un lado a otro al igual que sus sombras haciendo volar la imaginación del hombre, y el sonido tan peculiar del caer de las hojas, es el viento susurrante, a lo lejos de su camino ve a una mujer, eso le da alivio, se siente acompañado, por lo menos una persona en la lúgubre noche, cuando se aproxima se da cuenta que es una mujer de vestimenta elegante, pero se escucha su llanto, está con la cabeza agachada y un velo que no revela su rostro, Martín se detiene y amablemente pregunta _ ¿Qué te ha pasado?, no es hora para que una mujer esté sola en la calle habiendo tantos peligros. La mujer no dijo ni una sola palabra y no podía contener las lágrimas, él saca un pañuelo de su bolsillo, le toca el  hombro para dárselo, cuando ella endereza la cara se escucha un gran estruendo del cielo, acompañado de un alarido tan desgarrador de la que parecía ser una mujer,  Martín trata de reaccionar, quedando petrificado de tal monstruosidad cayendo al piso.

Una lámpara alumbra a su cara, despierta y una enfermera a su lado tomando su agitado pulso, con mirada extraviada y con voz muy débil pregunta ¿Dónde se encuentra?, ¿Qué hora es? una angustia lo invade, la enfermera le responde que está en el hospital y que tiene que permanecer en reposo dada la gravedad de su situación, ha permanecido casi una semana sin reaccionar.

Tiempo después, Martín comparte lo que le sucedio, algunas personas piensan que se golpeó la cabeza y todo fue parte de un sueño y muchos otros dicen que se encontró con la llorona, porque donde hay un río o un lago su alma pena desvaneciendo sus lágrimas en el agua.

Existen muchas versiones del por qué su alma vaga aún en nuestro mundo;
La LLorona, la que más se escucha en la región, es la historia de una hermosa jóven indígena que trabajaba de sirvienta con una familia Española, la jóven vivía enamorada del hijo de los dueños, al pasar el tiempo el caballero español le hizo creer que también sentia amor por ella y tuvieron tres hijos a los que la mujer adoraba, pero había una gran tristeza en su corazón, porque quería casarse con él y cada vez que lo mencionaba había muchos pretextos para no hacerlo.

Poco después hubo una reunión en la hacienda de los españoles, anunciando el compromiso de su hijo con una dama de abolengo, dolida y cegada por su enojo la mujer asesinó a sus tres hijos, ahogandolos en un río, y dejando que la corriente desapareciera sus cuerpos, a los pocos días de tal acontecimiento no pudo más con su conciencia, empezaba a enloquecer, en las noches recorría la orilla del río buscando a sus hijos y terminó quitándose la vida en el mismo lugar donde los ahogó.

La Malinche, algunos la mencionan por su gran arrepentimiento de haber traicionado a su gente, abriéndole paso a Cortés en la conquista del Imperio Azteca.

Cihuacóatl o Tonantzin, la temible recolectora de almas, la mujer serpiente, que se viste con singular elegancia, porta un vestido blanco. Cihuacóatl es la protectora de todas las mujeres que mueren dando a luz, tragando todo su dolor para que su alma pueda descansar, es por eso que todas las noches se desahoga y los gritos del más allá traspasan a nuestro mundo.



Si caminas de noche por la orilla de un río, recuerda el dicho;
Si la escuchas cerca es porque está lejos y si la escuchas lejos es porque está cerca.

¿Verdad? O sólo una Leyenda Urbana, creación de nuestra imaginación para que nuestra mente nos juegue una broma.