Evita que tu mascota sea tu pesadilla
Tips para que tu perro deje de morder tus zapatos favoritos
- Autor: Soledad Contreras --
- 2017-03-23
Ya se hizo costumbre ver a tu mascota mordiendo tus zapatos favoritos, la mesa del comedor o todo lo que esté a su alcance. Debemos saber que existen varios motivos por los cuales los cachorros mordisquean lo que encuentran: por ansiedad, por aburrimiento, dolor en sus encías o la hiperactividad, estos pueden ser los factores más frecuentes.
Si tu can es cachorro, debes comenzar una educación apropiada, no debes dejar que ande mordisqueando todo a su paso, la pregunta ¿Cómo lo hago? Hay maneras fáciles de hacerlas pero siempre y cuando dejes de verlo como el niño tierno de casa.
Cualquier cachorro debe tener su espacio donde jugar, dormir y sobre todo sus propios juguetes. Nosotros como dueños tendemos a darles quizá un zapato viejo, ¡sí! nuestra lógica dice que no sirve pero para ellos distinguir si esta viejo o nuevo resulta muy complicado, por esta razón muerden cualquier calzado porque ya le hemos dado permiso de hacerlo.
Puedes logar que lo suelte, poniendo en práctica el siguiente ejercicio:
- Cambia el zapato por un juguete que sea exclusivo de tu mascota, en cuanto lo esté mordiendo ese será el momento indicado para corregirlo.
- Probablemente tu perro se encuentra muy aburrido y necesita gastar su energía, ¡sácalo! O ¿a ti te gusta estar encerrado? Un paseo de 30 a 60 minutos lo relajará, existe la posibilidad que deje de morder tus pertenencias. El aburrimiento influye en cachorros y adultos por ello se vuelven una pesadilla en casa.
- Se firme con las reglas, aunque nuestra mascota es una extensión de nosotros y nos roben el corazón con esa mirada tierna cada que queremos corregirlo, debes ser firme con las reglas, pues si se sale con la suya una sóla vez, lo repetirá cientos de veces; recuerda que debes ser su líder.
Toda mascota que se comporta mal tiene una causa, probablemente eres tu; recuerda que se les debe dedicar tiempo, amor y mucha paciencia, sin dejar a un lado la firmeza de los límites que exiges en casa para una sana convivencia.
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