El celular está afectando tu salud
Adicto a los dispositivos móviles ? ... un problema para tu salud!
- Autor: Luz Del Carmen Tlehuactle --
- 2017-04-25
Deja el celular cuando estés con tus seres queridos, porque te pierdes de momentos especiales con tu familia.
Frases como esta son las que actualmente vemos en numerosas campañas de las redes sociales, que le apuestan a que los jóvenes entiendan que pierden demasiado tiempo en el teléfono móvil. Pero no sólo los jóvenes están cayendo en la adicción a los dispositivos electrónicos, con mucha angustia debemos reconocer que también los adultos son presa de ellos.
Resulta que en el reducido espacio que ocupa un teléfono celular, encontramos un inmenso mundo de gratificaciones disponible para quien, ingenuamente, compra uno con todas las aplicaciones de moda. Y no es de extrañarse, pues según los expertos, cuando interactuamos en las redes sociales, nuestro cuerpo segrega dopamina, un neurotransmisor que entre otras funciones, es el responsable de provocar adicciones porque genera una cierta motivación por el placer que el cerebro sabe que obtendrá.
Por supuesto, no sólo se refiere a la adicción a las drogas, la hay también al tabaco, el alcohol, el juego, la comida y a los celulares. Así es ¿Cómo es ésto? Pues a simple vista, imaginemos a un adolescente que todo el día está metido en su teléfono, revisando sus cuentas de facebook, instagram, twitter, etc. No hace ruido, apenas reacciona si lo llaman a comer, en la mesa no quita la vista de la pantalla para llevarse una cucharada a la boca, concluye y regresa a su cuarto para permanecer unas cuantas horas más pegado a su dispositivo. Eso sí, a lo mejor se ríe, se toma una foto, manda mensajes por Messenger o Whatsapp y con eso cree que tiene una vida social plena, sin salir de su casa. A lo mejor piensan que es una exageración, pero la realidad es más cruda.
Los jóvenes creen que no hay vida sin celular, lo que queda comprobado con sus reacciones si llegan a olvidarlo al salir del hogar. Sufren desesperadamente y piensan que se están perdiendo algo vital para su existencia si no lo llevan consigo. Es más, se sienten desnudos sin él y hasta creen que vibra en sus bolsillos. Se ha llegado al grado de bautizar estos padecimientos con nombres como “Whatsapitis” o “phubbing”, debido al alto índice de personas que presentan síntomas.
Y aunado al daño mental provocado por la adicción a estos aparatos, encontramos también el daño fisiológico, como la exposición prolongada a la radiación que emite, que, aunque no está absolutamente comprobado, se teme que sea causante de tumores en el cerebro, sin embargo al tenerlo encendido las 24 horas del día, se convierte en un distractor que perturba el sueño, porque constantemente suena, como la entrada de mensajes, notificaciones de las redes sociales, lo que provoca que el cerebro esté en alerta y además de que la luz constante puede dañar la vista, suprime la producción de melatonina, la hormona que favorece un buen descanso. Y podemos agregar las torceduras de cuello y dolores en brazos, manos, dedos y cabeza por el abuso de estos dispositivos.
También de los daños producidos a las relaciones interpersonales, se han hecho estudios con respecto al aislamiento que presentan quienes viven imbuidos en la tecnología, llámense adolescentes que no se comunican mas con sus padres, jóvenes que se aíslan en su mundo digital, adultos que descuidan sus hijos por estar más al pendiente de sus aparatos, matrimonios que se rompen por celos o infidelidades.
Es evidente que no podemos vivir en la prehistoria y pretender que la tecnología dejará de estar presente en la vida cotidiana, porque hay que destacar que también ha traído muchos beneficios a los usuarios, tales como acercar a las personas que viven en lugares lejanos, dar acceso a conocimientos generales con un sólo clic a algún enlace electrónico y mantenerse al tanto de los acontecimientos, casi al instante en que se llevan a cabo.
Por eso, es necesario poner reglas a su uso, analizar con cuidado si se está cayendo en la adicción o si ya se es adicto y por encima de todo, alertar a, los jóvenes, adolescentes y niños sobre los peligros que implica abusar de la tecnología. Hay que vigilar de cerca lo que ven los hijos, si son pequeños nunca darles el celular para que se entretengan y a los mayores a ayudarlos a mantener una sana distancia con estos dispositivos, sobre todo de noche, para evitar alteraciones de sueño. De esta manera, se puede creer que podemos sanar las relaciones y evitar daños a la salud mental, física y espiritual, haciendo uso de nuestra libertad y razón para determinar tiempos y momentos oportunos sin esclavizarnos a estos artefactos.
Aunque lo mejor, indudablemente, sería seguir encontrándonos con la red social más efectiva y satisfactoria, que es la que se teje cara a cara, sin intervención de ningún objeto que pueda convertirse en obstáculo para el entendimiento entre los seres humanos.
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